Nos encontramos viviendo una crisis profunda de valores fundamentales en el mundo y en Panamá. Esta crisis demanda la aplicación urgente de remedios concretos dirigidos a la raíz de todos los problemas que nos aquejan. Es necesario colaborar, con determinación y en forma coordinada, en la edificación de una nueva cultura de integridad, si queremos evitar la desintegración de nuestra sociedad.

En adición a distintos esfuerzos de las iglesias históricas y de organizaciones de la sociedad civil, son varias las iniciativas concretas que se han venido impulsando e implementando en la dirección correcta, entre estas las siguientes:

1.- Fundación Panameña de Ética y Civismo. Como resultado del trabajo continuo de tres presidencias distintas de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (APEDE), surgió la idea de establecer una Escuela de Ética y Civismo, que hoy día constituye lo que se conoce como Fundación Panameña de Ética y Civismo, ente que si bien fue concebido y alimentado bajo el paraguas de la APEDE, ahora como fundación sin fines de lucro con personería jurídica propia, es totalmente independiente de la Asociación, y actúa en forma ampliamente incluyente en torno al tema de la ética y el civismo a nivel nacional.

2.- Ley de Transparencia en la gestión de gobierno. Se logró integrar, adecuar, mejorar, redactar y promover con éxito la pronta aprobación de la denominada Ley de Transparencia. Su sanción fue reconocida como un hito histórico, tanto local como internacionalmente, y hoy día es Ley de la República.

3.- Foro de Ética en el Sector Financiero. El Primer Foro de Ética en el Sector Financiero, en un evento sin precedentes, contó con la colaboración de los tres entes reguladores del sector financiero (Superintendencia de Bancos, Comisión Nacional de Valores y Superintendencia de Seguros y Reaseguros), la colaboración de tres gremios privados de empresas financieras (Asociación Bancaria de Panamá, Bolsa de Valores de Panamá y Asociación Panameña de Aseguradoras), bajo el auspicio de la Embajada de los Estados Unidos en Panamá.

4.- Mecanismo de Evaluación y Certificación de la Conducta Ética en la Empresa. La propuesta, según lo ha ideado y conceptualizado la APEDE, comporta una suerte de nueva norma tipo ISO, pero puntualmente sobre el tema de la conducta ética en las empresas, misma que se encuentra en pleno desarrollo, con asesoría local e internacional.

5.- Normativa Bancaria. Con acuse de buen recibo por parte de la industria bancaria, la Junta Directiva de la Superintendencia de Bancos ha emitido importantes Acuerdos Bancarios que dicen relación directa con el tema de la ética, tales como el Acuerdo 8-2000, que establece la figura del Oficial de Cumplimiento; el Acuerdo 9-2000, que establece la política “Conozca a su Cliente”; el Acuerdo 4-2001, sobre Gobierno Corporativo; y el Acuerdo 1-2002, sobre Auditores Externos de los bancos. Cabe señalar que la Comisión Nacional de Valores viene haciendo lo propio, en cuanto a Gobierno Corporativo se refiere.

6.- Ley de Delitos Financieros. Con la promulgación de la Ley No. 45 de 4 de junio de 2003, que adiciona el Capítulo VII, denominado Delitos Financieros, al Título XII del Libro Segundo del Código Penal, modificando además ciertos artículos del Código Judicial sobre la materia, se llenó un vacío existente en cuanto a la necesidad de contar con la legislación penal adecuada para la prevención y represión de actividades que lesionan la Economía Nacional.

Como parte de las distintas iniciativas existentes en torno al importante tema de la ética empresarial, gremios del sector empresarial, con la facilitación de la Red del Pacto Global de Responsabilidad Social de las Empresas que promueve el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y la colaboración del Departamento del Comercio de los Estados Unidos de América, en función del “Programa de Buen Gobierno” que promueve este último, se han puesto de acuerdo para trabajar en la propuesta integral de ética empresarial contenida en el presente documento.

La propuesta reconoce que una de las claves para el éxito de este tipo de programas es el factor incluyente de los mismos, por lo cual se ha promovido la incorporación de la mayor cantidad posible de gremios dentro del sector privado, y en forma abierta también a empresas no agremiadas, a efectos de trabajar en forma coordinada para alcanzar el objetivo común, cual es la instauración en Panamá, con carácter sostenible y duradero, de una cultura de conducta ética en las empresas.

Con lo anterior en mente, a continuación se transcribe el “Pacto de Ética Empresarial de Panamá” y, como parte integral del mismo, los “Principios Básicos de Ética Empresarial”; ambos documentos reflejan el consenso dentro del sector privado panameño, y han sido elaborados por el Comité de Coordinación y Redacción, conformado por representantes de la APEDE; la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá; el Colegio Nacional de Contadores, la Cámara Americana de Comercio, el Colegio Nacional de Abogados, la Red del Pacto, la Embajada de los Estados Unidos, el PNUD, la Fundación Compromiso Panameño Social (COMPASS), entre otros.

Panamá, 21 de octubre de 2003

Enrique Arturo de Obarrio

Presidente del Comité de Coordinación y Redacción,

y Vicepresidente de la APEDE

Los abajo suscritos, en representación de gremios del sector privado, por considerar fundamental el reconocimiento y promoción de principios y valores éticos en las relaciones comerciales, nos comprometemos a trabajar en una propuesta integral de ética empresarial, desarrollando en conjunto una iniciativa medular compuesta por las siguientes siete (7) vertientes que confluyen y se complementan entre si

:1.- Principios básicos de Ética Empresarial.

Acogemos los principios básicos de ética empresarial -contenidos en documento anexo al presente Pacto, y que forma parte integral del mismo-, que consisten en principios y estándares generalmente aceptados que habrán de servir por si solos como referencia o parámetro para las empresas en Panamá en materia de conducta ética empresarial, o para que con base en ellos desarrollen sus códigos de conducta ética empresarial, o para que adecuen dichos códigos, en caso de que ya los tengan. Nos comprometemos a promover la adhesión de estos principios por parte de todas nuestras empresas agremiadas, así como también a promover su aceptación por parte de empresas no agremiadas. Así también, nos comprometemos a establecer como requisito para optar por la membresía en nuestros respectivos gremios, el que la persona o empresa acoja primero los Principios Básicos de Ética Empresarial.

2.- Diálogo y coordinación, permanente e incluyente.

En Panamá se han dado distintos eventos, conferencias, seminarios y foros sobre ética en el sector privado, que han logrado un nivel de reconocimiento general sobre la importancia de prácticas transparentes y éticas. Como un siguiente paso en la misma dirección, nos comprometemos a establecer un mecanismo para que se de un diálogo y consulta permanente dentro del sector privado, sobre el tema de la ética empresarial, en forma coordinada y cada vez más incluyente, a efecto de poder avanzar de la manera más eficaz en cuanto a la implementación de prácticas de ética empresarial; lo anterior incluirá el establecimiento o fortalecimiento de medidas concretas y efectivas que aseguren que el actuar ético prevalezca en el sector empresarial panameño.

3.- Capacitación en materia de Ética Empresarial.

Reconocemos que para instaurar una cultura ética en forma sostenible y duradera, es necesaria la capacitación como resultado de la cual se ha de lograr el fortalecimiento de la habilidad en el sector privado para implementar programas de ética empresarial sostenibles en las distintas empresas. Con ello en mente, acogemos con beneplácito la colaboración ofrecida por el Departamento de Comercio de los Estados Unidos y el PNUD-Panamá, en cuanto a la capacitación en materia de ética empresarial; se trata de un programa que se divide en dos, uno para “Capacitar al Capacitador”, diseñado para enseñar a personas dinámicas los conocimientos y habilidades necesarias para construir y mantener un programa sobre ética en sus respectivas empresas, y el otro consistente en un programa de capacitación general en materia de ética empresarial, que persigue brindar a los participantes un curso rápido sobre los principios básicos para establecer un programa sobre ética en sus respectivos negocios u organizaciones empresariales.

4.- Desarrollo de un Manual de Ética Empresarial, y de otras herramientas de capacitación.

Reconocemos la conveniencia de contar con un Manual de Ética Empresarial para el fortalecimiento y vigencia permanente de una cultura ética en las empresas, y como una herramienta complementaria dentro de los procesos de capacitación y seguimiento.

5.- Coalición entre el sector público, la sociedad civil, y el sector privado.

Manifestamos nuestra anuencia y disposición de invitar al gobierno nacional, y a la sociedad civil, para que en forma conjunta con el sector privado se establezca una coalición y mecanismo de coordinación, implementación y monitoreo permanente, en torno al tema de la conducta ética en la sociedad panameña, el diagnóstico del problema en forma integral, y posibles soluciones concretas y efectivas, con efectos sostenibles y duraderos.

6.- Instaurar el actuar ético empresarial en una forma sostenible y duradera.

El “actuar ético” supone transparencia, y que en toda empresa se ejerza un verdadero liderazgo ético; que se le de el valor que corresponde a una conducta ética. Supone que los integrantes de una empresa, empleados y empleadores, actúen en el ejercicio o desempeño de sus funciones diarias teniendo siempre en mente preceptos éticos básicos, con base en lo que llamamos un buen “gobierno corporativo”, que no es más que un conjunto de principios y actos mediante los cuales se planifican estratégicamente y se fijan los principales objetivos, estableciéndose los procesos de seguimiento sujetos a controles internos y externos, para la verificación de su efectiva ejecución.

Al hacer alusión a “principios”, nos referimos a principios generales tales como la probidad; prudencia; justicia; templanza; idoneidad; responsabilidad; obediencia; y a principios particulares tales como la aptitud; capacitación; legalidad en la actuación; veracidad; discreción; transparencia; equidad; igualdad de trato; ejercicio adecuado de las funciones inherentes a cada cargo; uso adecuado de los bienes de la empresa; uso adecuado del tiempo de trabajo; colaboración; uso adecuado de la información; obligación de denunciar actos de corrupción; dignidad y decoro en la actuación; honor; tolerancia; equilibrio en el discernimiento, etc.

Nos comprometemos a desarrollar una iniciativa integral en materia de ética empresarial tendiente al reconocimiento y adopción de los referidos principios, y el fomento e implementación de un buen gobierno corporativo en las empresas, en forma sostenible y duradera.

7.- Mecanismo de evaluación y certificación de la conducta ética en las empresas.

La generación e implementación de nuevos paradigmas quedarían en el aire e incompletos sin procesos reeducativos, publicidad a lo interno y externo de la corporación, así como el establecimiento de registros y archivos, capaces de soportar una auditoria general (“Auditoria Ética”, si se quiere) que abarque lo expuesto, ya sea ésta interna o externa, y la apropiada publicidad de resultados.

Entender, aplicar y aceptar el nuevo concepto de forma integral implica la anuencia a someterse formalmente y de manera pública, a un proceso de evaluación y certificación, sobre la forma como se adoptan las decisiones éticas en las distintas empresas, quién las adopta y cómo son las mismas revisadas dentro de una empresa. Lo anterior, sumado a la comprensión de que ello agrega valor y promueve beneficios tangibles a las empresas, sean del tamaño que sean, que desean diseminar de manera transparente su apego y valorización de aquello que abarcan, en todas sus dimensiones, particularmente en materia de actitudes y conductas estructuradas hacia el “actuar ético”.

La propuesta, según lo ha ideado y conceptualizado la APEDE, comporta una suerte de nueva norma tipo ISO, para la certificación de la vigencia, observancia, cumplimiento, eficiencia y eficacia del actuar ético empresarial.

En tal sentido, la estructuración, establecimiento y funcionalidad integral, sujeta a la debida credibilidad, de una entidad certificadora del actuar ético de las empresas que así se sometan a dicho proceso, es pertinente y necesaria. Tal como lo es el comprender y aceptar las ventajas y riesgos involucrados en tal aceptación, ya que la entidad autorizada para certificar, también lo estaría para sustraer la certificación.

Los abajo suscritos, en conclusión, trabajaremos en el desarrollo de una iniciativa sostenible en materia de ética empresarial, apoyando el establecimiento de mecanismos concretos y efectivos, según lo indicado en los párrafos anteriores.

EN FE DE LO CUAL, suscribimos el presente documento en la ciudad de Panamá, a los veintiún (21) días del mes de octubre de dos mil tres (2003).

Firmantes (sector privado: Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (APEDE); Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIYAP); American Chamber of Comerse (AMCHAM); Colegio de Contadores Públicos Autorizados de Panamá; Asociación Bancaria de Panamá (ABP); Bolsa de Valores de Panamá (BVP); Asociación Panameña de Aseguradores (APADEA); Colegio Nacional de Periodistas; Sindicato de Industriales de Panamá (SIP); Unión Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa (UNPYME); Asociación Nacional de Financieras (ANAFI); Asociación de Corredores de Bienes y Raíces (ACOBIR); Colegio Nacional de Abogados (CNA); Asociación Médica Nacional; Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA); Consejo Empresarial Estados Unidos- Panamá (USPA); Asociación de Pequeños y Medianos Productores; Cámara Oficial Española de Comercio; Asociación de Usuarios de la Zona Libre de Colón; Consejo Nacional de Periodismo.

Testigos (sociedad civil): Consejo de Rectores de Panamá; Transparencia Internacional – Capítulo de Panamá; Fundación Panameña de Ética y Civismo; Compromiso Panameño Social (COMPASS); Club Rotario de Panamá; Club de Leones de Panamá; Club Kiwanis de Panamá; Club Activo 20-30.

Testigos (iglesias históricas): Conferencia Episcopal Panameña; Comité Ecuménico de Panamá; Iglesia Católica; Iglesia Metodista de las Américas y el Caribe; Iglesia Episcopal de Panamá; Iglesia Evangélica Metodista.

Testigos (sector público): Órgano Ejecutivo (Presidente de la República); Órgano Legislativo (Presidente de la Asamblea Legislativa); Órgano Judicial (Magistrado Presidente de la Corte Suprema de Justicia); Procuraduría General de la Nación; Procuraduría de la Administración; Defensoría del Pueblo; Superintendencia de Bancos; Comisión Nacional de Valores; Superintendencia de Seguros y Reaseguros.

Refrendado por: Departamento de Comercio de los Estados Unidos de América; Embajada de los Estados Unidos en Panamá; Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) – Panamá; Red del Pacto Global – Panamá.

Primer empresario en acoger el Pacto Global de Naciones Unidas en Panamá y adherirse a los Principios Básicos de Ética Empresarial, en nombre propio y de las empresas que represente: Señor D. Federico Humbert (Empresa General de Inversiones, S.A.).

 

PRINCIPIOS BÁSICOS DE ÉTICA EMPRESARIAL

Los principios básicos son de aplicación a todo tipo y tamaño de empresas que desean desarrollar sus actividades internas y externas dentro del marco conceptual de una conducta o actuar ético, lo cual es fundamental en cuanto a su efectividad como empresa, así como en su condición de “ciudadano corporativo”, recibiendo por ello el merecido respaldo de sus asociados, clientes o usuarios, y forjándose una larga y honorable trayectoria y un prestigio en cuanto a honestidad e integridad, dos valores fundamentales que alcanzarán un merecido reconocimiento, al igual que una garantía de éxito presente y futuro.

Sin la intención de puntualizarlos en forma completa, se trata de algunos principios éticos, prácticas de un buen gobierno corporativo y políticas generalmente aceptadas, que han de ser adoptados e implementados sector por sector, empresa por empresa, teniendo en cuenta la legislación y reglamentaciones aplicables, así como también circunstancias específicas, tales como el tamaño de la empresa:

I.- GOBIERNO CORPORATIVO Y RESPONSABILIDAD DE RENDIR CUENTAS

Prácticas para la vigencia de un buen gobierno corporativo, incluyen entre otras las siguientes:

a.- Mecanismo de Consulta, Seguimiento y Auditoria Ética

El actuar ético no sólo debe ser una política crucial de la empresa; también la empresa podría establecer un mecanismo interno de consulta, seguimiento y auditoria ética, que involucre toda la estructura del gobierno corporativo de la empresa, para que sirva de consulta, revise y de seguimiento a las prácticas de auditoria interna de la empresa, a la vez que supervise otros aspectos de los sistemas de control y preparación de informes financieros, así como las políticas de ética empresarial.

b.- Informes acerca de infracciones

De la misma manera, todo representante de la empresa que crea que otra persona dentro de la empresa esté violando las políticas de la empresa o leyes locales, o esté por involucrarse en alguna actividad que podría afectar el prestigio de la empresa, debería comunicarlo inmediatamente según el mecanismo interno de consulta, seguimiento y auditoria ética que para ello cada empresa determine.

c.- Contabilidad y Controles Internos

Para controlar los asuntos de una empresa y mantener la precisión de sus informes financieros, es esencial registrar, en forma exacta, la información contable de todas las transacciones realizadas. La información precisa es el lenguaje que comparte la gerencia con las diversas funciones dentro de la empresa y también debe ser la consigna común en comunicaciones con accionistas y otras audiencias.

El registro, conservación y elaboración de informes financieros debe cumplir con las disposiciones legales correspondientes, con los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados y con los lineamientos de control emitidos por cada empresa. En cuanto a las operaciones que implican un registro contable, tales registros se deben ingresar con precisión y honestidad, y respaldados en todo momento por documentación que sustente la transacción, que cumpla con los requisitos fiscales y que sea exacta. Para su preparación se requiere razonable detalle, registro en las cuentas contables y asientos en el momento que suceden las operaciones. Esta prohibido modificar o falsificar documentos, registros e informes, así como ocultar información que pueda alterar los registros financieros y afecte o pueda afectar a la empresa.

Esta responsabilidad no es exclusiva de los contadores que registran las transacciones realizadas, sino de prácticamente todo representante de la empresa que de alguna manera contribuya a la creación de los registros de la empresa mediante la confección de informes de gastos, registros de tiempo o de tareas realizadas, informes de actividades, etc.